NUEVA YORK EN NAVIDAD. DIA 1
Uno de mis sueños desde hace mucho era visitar Nueva York, también poderlo hacer en Navidad o por lo menos en la época en la que todo se tiñe de este espíritu navideño, y que las ciudades se decoran con luces; para el que le guste el ambiente navideño y Nueva York, no puede perderse la ciudad en esta época, ya que Nueva York es la ciudad por excelencia en esta época por su ambiente y decoración, y si además pudiera recibir el año nuevo en la plaza de Times Square, como tantas veces vi en televisión, seria cumplir 3 sueños de una sola vez. Y así sucedió.
Nuestro viaje a Nueva York realmente comienza el 26 de diciembre de 2019, ya no es Navidad oficialmente, pero la ciudad sigue decorada, llena de luces, que a algunos nos encanta.
Comienza el Oporto desde donde embarcamos en el avión rumbo a Barcelona que era nuestra escala, primeramente, el vuelo salía a las 6:00 del día 27 de diciembre de Oporto, pero nos cambiaron el vuelo y salía el día 26 a las 22:00, con lo que nos tocó hacer noche en Barcelona porque el vuelo a Nueva York salía a las 11:00 del día 27, esto lo único que hizo, además de hacernos pagar una noche en un hotel, es tenernos con los nervios más a flor de piel.
Una vez en el avión estaba hecho, nos separaban 7 horas de vuelo hasta del aeropuerto JFK de Nueva York, en este viaje como podéis ver nos acompaña a Emma y a mi nuestra prima Ana, si otra Ana jejeej; una de las mejores cosas que tiene viajar es compartirlo con personas estupendas, como todos vosotros, que me acompañáis a través de este blog.
Una vez en el aeropuerto y esperando tardar como mínimo una hora u hora y media en inmigración, como me habían advertido, la sorpresa es que desde que pisamos suelo americano y llegamos recoger nuestras maletas, después de pasar por inmigración, ¡¡¡solo habían pasado 20 minutos!!!!!
Con toda nuestra suerte nos encaminamos a tomar el Air Train, que es un tren que circula gratuitamente entre terminales, pero que también te lleva a una estación de metro (Jamaica Station) que comunican con la ciudad, cuando sales de la estación de Air Train y para entrar en la de metro que te lleva a la ciudad es cuando hay que pagar, a fecha de nuestro viaje diciembre de 2019 el precio para salir del Air Train era de 7,75$.
ANÉCDOTA: Cuando estábamos en el vagón del Air Train con toda nuestra emoción, un chico que estaba solo delante de nosotras, se ofreció a sacarnos una foto, y cuando salimos del vagón y andábamos como pollo sin cabeza, nos indicó que le acompañáramos, ya que el iba al mismo lugar. Haciendo cola para sacar la tarjeta y poder entrar en la estación de metro de Jamaica, me dejó cuidándole la maleta y apareció con 4 tarjetas cargadas para poder pasar al otro lado, luego al indicarnos que teníamos que volver a sacar una tarjeta para como en todos los metros del mundo, entrar a dicha estación, no nos funcionaba ninguna de las tarjetas de pago, ni debito, ni crédito, ¡¡¡QUE HORROR!!! Antes de sacar el efectivo que ya llevábamos desde España para cargar la METROCARD, este chico nos cargó las 3 tarjetas; ¡No podíamos creer tanta amabilidad totalmente desinteresada! Cuando nos acompañó donde debíamos de tomar nuestro vagón que nos llevaría a nuestro destino, me ofrecí a abonarle en efectivo lo que el se había gastado en nosotras, y su contestación fue que se sentiría muy mal si le daba el dinero; el era originario de Ghana, y nos contó que una vez al ir a su país le pasó algo parecido y una persona le ayudó desinteresadamente, y el hizo lo mismo con nosotras. El se subió a su vagón que le llevaba a Brooklyn y nosotras en el que nos llevaba hasta nuestro ansiado Manhattan.
A fecha de nuestro viaje el precio de cada billete individual de metro era de 2,75$, hay que comprar una tarjeta que se llama METROCARD, en las mismas maquinas de las estaciones, y que el valor es de 1$ la primera vez y te sirve para siempre, la vas cargando con dinero para viajes individuales o puedes cargarla con un bono para 7 días que nos costó 30$, sale a cuenta con la de veces que utilizas el metro.
Después de unas 16 paradas y casi una hora de trayecto, llegamos a nuestra estación, a Penn Station, cuando ascendimos a la superficie y salimos a la calle, nos llamó la atención primero, la temperatura que hacia un 27 de diciembre a las 16:30 que era de 14 grados, calor para lo que esperábamos, pero lo más impresionante fue al girarnos para emprender el camino a nuestro hotel, fue el gran EMPIRE STATE que nos estaba recibiendo con los brazos abiertos, aun recuerdo la emoción.
Llegamos a nuestro hotel que era el Pennsylvania, el hotel lotería, que lo llaman (esto lo explicaré en otro post haciendo una review), nos refrescamos un poco y nos pusimos camino a nuestra primera tarde conociendo Nueva York.
Fuimos caminando hasta el barrio de Hudson Yards, un barrio muy nuevo y en auge en Manhattan, donde teníamos reserva para visitar The Vessel, en ese momento una de las atracciones más nuevas de la ciudad, y gratis, pero hay que reservar una entrada por internet para un día y una hora concreta.
The Vessel es una estructura que se asemeja a un panal de abejas, se eleva 16 pisos del suelo, tiene 2.500 peldaños y 80 plataformas para que los visitantes podamos parar a admirarla, hacernos fotos o incluso mirar al vacío o los edificios de enfrente, sin duda una construcción bastante peculiar.
Al lado de The Vessel, entrando en un edificio y bajando unas escaleras mecánicas se encuentra LITTLE SPAIN, una especie de mercado de productos españoles y donde puedes picar algo, ya que estábamos al lado quisimos entrar y echar un vistazo, además de comernos unos típicos churros españoles, que de típico español tenia el nombre y la forma, porque de sabor no es que estuvieran muy buenos.
Saliendo del edificio donde se encuentra Little Spain, se encuentra una de las entradas a HIGH LINE, es un paseo elevado del suelo, por donde antes pasaban los trenes, vamos que son unas vías de tren que en vez de quitarlas han hecho un paseo a varios metros del suelo y entre los edificios, un paseo muy agradable.
Una de las salidas de HIGH LINE, te lleva a CHELSEA MARKET, una antigua fabrica de las galletas oreo convertida en mercado, este mercado es muy grande y alberga las típicas tiendas de alimentación, ropa, librerías, un acceso a unas oficinas de YouTube, y varios restaurantes, donde decidimos parar a cenar algo, y que por casualidad nos sentamos en un lugar llamado CREAM LINE donde nos comimos ¡¡¡la mejor hamburguesa y patatas fritas de nuestra vida!!!, y pensamos -Si así van a ser todas las hamburguesas de Nueva York vamos a engordar unos cuantos kilos-
Después de fuimos en metro hasta Times Square para contemplarlo por la noche y ver eso carteles luminosos que dicen que por la noche se ven desde el espacio, en ese momento nos defraudó un poco no poder subir a la mítica escalera roja que no lleva a ninguna parte, porque estaba vallada e inaccesible, pienso porque ya estaban empezando a preparar todo lo que allí se monta el día de fin de año.
Después de pasear por “el centro del mundo” nos dirigimos a nuestro hotel dando un paseo, ya que estaba a menos de 10 calles en dirección sur de Manhattan pero por la misma 7ª Ave. donde se encuentra este lugar, aunque aun no era muy tarde, en nuestro cuerpo con hora europea eran como las 4 o 5 de la mañana y estábamos destrozadas, nuestro día había llegado a su fin.