Viajando con Anita

Nuestro viaje a Sri Lanka

NUESTRO VIAJE A SRI LANKA

Hacia muchos años que no viajaba fuera de España, y además nunca lo había hecho fuera del continente europeo, pero cuando mis hermanas pequeñas se fueron a vivir y a montar su negocio en Sri Lanka, sabía que tarde o temprano iba a aparecer por allí.

Fue el 21 de diciembre de 2018, muy nerviosas a las 8 de la mañana salíamos de casa camino a Madrid, y es que teníamos que pasar a recoger a nuestra prima Ani; ¡¡¡NOS VAMOS A SRI LANKA!!!

Íbamos a pasar allí todas las navidades, y es que el vuelo de vuelta lo teníamos para el día 3 de enero.

Pasamos todos los controles bastante rápido, incluso el pesado de las maletas, que íbamos bastante al límite, ya que llevábamos muchas cosas para mis hermanas, prácticamente una maleta entera y parte de otra era para ellas.

La compañía aérea con la que volamos fue Saudia Airlines, esta compañía es relativamente barata, pero siempre hace escala, ya que no hay vuelos directos hasta Colombo (Capital de Sri Lanka), en Jeddah, si buscas en Google, “listado de los peores aeropuertos del mundo”, el que te encuentras en primera posición es este de Jeddah, mi consejo es, que si las escalas tanto de ida como de vuelta son cortas, al extremo de que no te sobre tiempo nada más que después de pasar los 3 controles que hacen, para hacer cola para subirte al nuevo avión, pues si puede merecer la pena volar con ellos, pero si tienes que pasar, por ejemplo una noche entera, como nos pasó a nosotras a la vuelta a España, mejor invierte algo más y búscate otra compañía que no haga escala en este aeropuerto, ya que no hay donde sentarse, no hay más que un baño para todo el aeropuerto y apenas hay donde comprar un café, y todo esto masificado de gente, donde te va a tocar sentarte o intentar dormir en el suelo en medio del duty free, como nos pasó a nosotras.

Una vez llegamos a Colombo, además de nuestra cara de felicidad y cansancio a la vez, ya que era el día siguiente de haber salido de casa, lo primero fue cambiar algo de dinero, no mucho, ya que en nuestro destino, mis hermanas sabían de un lugar donde hacer un mejor cambio, pero necesitábamos en ese momento efectivo para comprar una tarjeta para tener internet. Esto ya no me pasa gracias a la tarjeta sim HolaFly,  que tiene tarjeta para este destino, y muchos más, y como ya os conté en otro post, la pides y te llega a casa, y además si accedes desde mi enlace tienes un 5% de descuento, o poniendo mi código “VIAJANDOCONANITA” al finalizar tu compra.

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Una vez con nuestra tarjeta, un chofer nos estaba esperando con un cartel (Miss Sánchez), transporte que mis hermanas ya habían encargado para que nos recogiera y nos llevara a “LAMANA” así se llama el restaurante de mis hermanas, pero de esto ya os contaré más en otro post.

En el momento en el que salimos del aeropuerto una bofetada de calor nos pegó en toda la cara, y es que habíamos salido desde España en diciembre, con el frio que ello conlleva, y allí teníamos mucho calor y muchísima humedad, ya empezamos a sudar y no paramos hasta que volvimos.

En ese trasporte, y muertas de sueño, teníamos sentimientos encontrados, no nos queríamos perder nada del traslado, que en ese momento eran unas 3 horas para hacer unos 160 km, que era la distancia hasta nuestro destino en Ahangama (ahora con la autopista se ha reducido en la mitad de tiempo), pero también queríamos dormir, ya que llevábamos casi 24 horas sin dormir apenas. Bueno cuando nos adentramos en carretera, yo si me eché una siesta.

Cuando por fin llegamos a Ahangama y paramos en Lamana, nos dimos cuenta del paraíso donde viven mis hermanas, pensé que era normal que quisieran vivir allí, aunque estuvieran a miles de kilómetros de su familia.

Nos esperaban un montón de aventuras con personas maravillosas que allí conocimos, he de decir que en Lamana, además de comer fenomenal, se ha creado una gran familia, tanto de las personas que allí residen, como de los turistas que viajamos allí una temporada y que encuentran este lugar tan maravilloso.

Tener el mar Indico a tus pies, poder pasar el día en bikini, descubrir “el chorrito” que hay en todos los baños jajajajaj, ese paraíso y la buena compañía, solo auguraban que pasaríamos unos días fantásticos, aunque no íbamos con la idea de un viaje y conocer diferentes lugares, sino vacaciones y relax, también hicimos excursiones que más adelante os iré contando. El día acababa con mucho sueño y cansancio en el cuerpo, hicimos tiempo hasta la hora de dormir, y poder amanecer al día siguiente y vivir todas las aventuras posibles.

 

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